La televisión tradicional continua con su caída libre este 2023. Ya podemos decir aun sin las cifras de Abril que Marzo ha sido el mes de menor consumo televisivo de la historia, y no parece que vaya a durar mucho.
Cada vez es más habitual escuchar frases como "yo no veo la tele" o "yo solo uso la tele para Netflix" entre la gente que nos rodea. Este fenómeno se ha acentuado con la enorme oferta de entretenimiento a la carta, pero las cosas no suceden por un solo motivo.
Es algo claro que las plataformas de streaming, al contrario que la televisión tradicional, no te atan a un horario determinado ni te someten a interrupciones constantes del contenido. Si a esto le sumamos la calidad de dichos contenidos y la carencia de programación de interés o pedagógica, tenemos el ecosistema perfecto para el crecimiento de estas nuevas opciones.
También la política desarrolla un papel fundamental, teniendo en cuenta que el espectador, por norma general, ya está sumamente cansado de la aparición de personajes políticos en la televisión, además de todo tipo de contenido derivado. La gente no es tonta y lo percibe, y cuando el cansancio llega a su límite, la opción es clara. "Dejo de ver la tele".
La transformación de los medios de comunicación a lo largo de la última década ha sido espectacular. La cantidad de facilidades que aparecen ya no año a año, sino incluso mes a mes, son algo extraordinario si vemos los avances en otros momentos de la historia de los medios. Si la gente cambia y la televisión no, algo está fallando. El público busca otro tipo de entretenimiento y lo encuentra con facilidad en otros lugares en los que además se siente más cómodo.
Desde luego, seguiremos atentos a esta evolución y a cómo reaccionan las grandes cadenas ante este tsunami que amenaza con devorarles.